La zona restaurada se sitúa en una esquina del Claustro Maius. Este espacio cubierto es una reconstrucción fiel, de acuerdo con los restos conservados, de esta parte de la galería del claustro. En la restauración se ha cuidado al máximo los detalles, el ambiente, y la atmósfera de la época para poder conocer cómo era el espacio vital, el mobiliario y los utensilios utilizados por los monjes que la habitaron.
Las galerías del claustro estaban resueltas en orden toscano con arcos sobre pilastras mayores con entablamento; eran cerradas con parámetro de ladrillo y probablemente con un óculo sobre ellas. Se cubrían, como podemos observar, con bóvedas de arista separadas por arcos que descansan en el muro sobre permòduls. La decoración en este tramo, muy austera, consistía en un perfilado de las aristas mediante un encintado de color negro.
En el fondo de la galería está la puerta de acceso a la celda restaurada.
Plànol cel.la restaurada
La Celda era el lugar de recogimiento de los monjes. Se pasaban la mayoría de su tiempo en plena contemplación de Dios. Rogaban, leían, estudiaban y además hacían trabajos manuales, siempre en absoluto silencio.
Sólo y sin contacto con el exterior. En el cubículum había una ventanilla de doble puerta por donde los hermanos legos les dejaban la comida.
Sólo salían de la celda para ir a la liturgia con los otros monjes de la comunidad. Seguían así la norma establecida por San Bruno, el fundador de la orden cartujana.
La celda restaurada en un extremo del Claustro Maius
Restauración de parte de la galería del claustro. Detalle de las bóvedas de aristas con el encintado negro.
Sala del Ave María. Esta sala se llama así por la oración que decía el monje cada vez que entraba en la celda La sala se sitúa en el centro de la celda, es un gran distribuidor para ir a todos los espacios.
Cubículum. La chimenea, la mesa para comer y la cama para dormir. La austeridad se presente en cada sala de la celda.
Detalle del cubículo. La recreación que se ha hecho es muy cuidadosa con todos los detalles.
El estudio con la mesa escritorio frente a una ventana que da al patio interior de la celda.
Reclinatorio y el Santo Cristo en el estudio. También hay un estante con los dos libros que se le permitían tener al monje.
Patio interior. Una zona ajardinada dentro de la celda. El jardín ha sido restaurado con la disposición y la vegetación propia cartujana de finales del siglo XVII: rosales, lirios, azucenas, etc.
La galería del porche del jardín, muy austera, de orden toscano simplificado, debajo hay un un banco y una pila de agua.