Una vez franqueado el portal de entrada hoy desaparecido llega a una gran plaza alargada en la que se disponen las dependencias públicas de la cartuja, detrás de las que había huertos. En primer término los edificios de servicios, dedicados a almacenes y cuadras en la planta baja, y viviendas para los empleados en el primer piso.
A continuación, la capilla de San Bruno, habitual en todas las cartujas y que está integrada en un edificio más grande, de dos pisos de altura destinado a hospedería.
Esta zona (frente a la portería) era un lugar público. Muchas veces habían largas colas de gente con necesidades, pidiendo un plato caliente de comida.
El gran edificio de la portería, del siglo XVII y hoy prácticamente desaparecido, se convierte en el primer aislamiento de la comunidad cartujana. A partir de este punto sólo podían acceder al interior del recinto los religiosos, los empleados de la comunidad y los visitantes expresamente autorizados, pero en ningún caso las mujeres.
Entrada a la Cartuja
La portería da paso a una gran plaza, dicha plaza del Ave María, flanqueada por cipreses.
Al fondo la fachada de la Virgen, un gran retablo símbolo de Escaladei, que separaba el área de clausura del mundo.
Fachada de la Virgen
La imponente entrada de Escaladei, es el símbolo del monumento.
Los primeros edificios que encontramos de la cartuja eran los almacenes exteriores. Hoy están dedicados a servicios. Existe la recepción del monumento y una sala de conferencias.
En la parte exterior de la cartuja estaba la capilla de San Bruno y la hospedería, hoy en ruinas.
La portería era el primer filtro, sólo podían pasar religiosos o personalidades importantes. Hoy sólo quedan dos arcos en pie.
La gran plaza del Ave María desde la portería. Al fondo la fachada de la Virgen.